DEDO-CRACIA




Antes de tratar de explicar un hecho o un suceso, tenemos que establecer que el hecho es un hecho o que el suceso se ha producido efectivamente. Según escribió Montaigne: "Veo ordinario que los hombres, en en los hechos que se les presentan, prefieren ocuparse de buscar la razón qué de buscar la verdad (...) pasan por encima de los hechos, más examinan con cuidado las consecuencias. Suelen comenzar así: ¿Cómo ocurre esto?, más ¿ocurre?, habríamos qué decir." [1]

En la cultura de la corrupción social y política existente algo llamado 《 Deuda política 》. Usted ve muchachos rifándose el físico, subiéndose a postes para colocar publicidad del partido o candidato a cargo público, estos muchachos manejan camiones, arman tarimas, reparten comida y agua en los diferentes eventos políticos, y uno se pregunta: ¿A cambio de qué?, ¿Les pagan?; y la respuesta es que lo hacen a cambio de una plaza de trabajo en la institución donde va dirigir el candidato a cargo público. 

Cada cuatro años se repite la historia, se repite la forma de pensar y hacer las cosas. Este tema surgió porque un conocido mío criticó a quienes se burlaban de quienes fueron despedidos de la Municipalidad de Jutiapa, pero lo curioso de su comentario fue que convalidado el hecho de que es correcto que el nuevo alcalde coloque a su gente de confianza, notándose así que esta conducta ya forma parte de la cultura. Las personas no conocen otra realidad y esperan que esta sea la misma siempre, y usan el argumento de que esto así se ha hecho siempre, y según su razonamiento esto funciona, aunque no sea cierto. 

Casi la totalidad de las instituciones del Estado en Guatemala son disfuncionales, inoperantes, vetustas, y es por eso que muchos expertos en la materia catalogan a Guatemala como un Estado Fallido[2], y desde que tengo uso de razón eso ha sido así, por eso se ha vuelto cultural. Algunos expertos en el tema han comentado que Guatemala es una enorme máquina devoradora de recursos que no lleva a ningún lugar a su población, y en esas condiciones el desarrollo aparece como mera utopía. 

En una institución funcional existente personal competente, existe capacidad técnica instalada, porque quienes ingresan deben llenar los requisitos técnicos para desempeñarse, en las mejores se someten a exámenes de oposición, es decir se evalúa mediante una tabla de gradación la competencia, experiencia profesional, honorabilidad, créditos académicos, logros profesionales. Quien logra pasar estas pruebas nunca siente que le debe algo a alguien, sino que se debe a sí mismo, y sólo le rinde a la institución y su correcto funcionamiento. Incluso quienes logra la plaza de trabajo en la institución, deben rendir, es decir deben alcanzar metas, lograr objetivos, mejorar su área, de lo contrario corre el riesgo de perder el trabajo. Todo lo antes mencionado no ocurre en las instituciones públicas de Guatemala, por eso están como están. 

" Un sistema económico que premia el esfuerzo, la iniciativa y el talento termina siendo probablemente más productivo que otro que paga lo mismo a todos los trabajadores ~con independencia de lo que aporten~ o que asignan posiciones sociables deseables basándose en el favoritismo. "[3]

En condiciones deseables de desarrollo, una persona que se esfuerza por adquirir conocimiento sobre ciertas áreas, estudia, se tecnifica, se vuelve un experto en la materia, se vuelve competente para desempeñarse en ello; ese esfuerzo es premiado con un puesto de trabajo en un lugar donde encaja, y se puede desempeñar en ello, logrando así que el empleado y la institución se beneficie, haciendo de la institución un ente funcional. Pero Guatemala no funciona así, el sub-desarrollo a nivel político y mental no lo permite, puesto que aquí en el pensamiento común de la sociedad, es correcto que el político lleve a su gente, porque esta en deuda con ellos, y aunque no tengan ninguna competencia para el área donde laborarán durante años, están allí para saldar esa deuda, y la institución se resiente, nunca alcanza sus objetivos, la sociedad nuevamente le reprocha al político de que no logra nada, y la historia se repite todo el tiempo sin cuestionarse. Esta situación técnicamente se le conoce como cooptación, porque la institución y sus fines pasan a segundo plano, se vuelve una piñata de recursos económicos para uso personal. Pero en el pensamiento común de la sociedad es algo normalizado, no se conoce otra realidad y como si se tratara de costumbre, es correcto que se repita tantas veces sea necesario sin cuestionarlo, porque nadie ha conocido otra manera de hacer las cosas, es parte de la cultura de corrupción. 

El dedazo o favoritismo, socaba las instituciones, las vuelve inservibles, nunca logran alcanzar sus finalidades para con la sociedad. Las personas puestas a dedo sin ningún mérito académico propio, no se comprometen con la institución, se comprometen con la persona que los puso allí, y da lugar a la corrupción, ese espacio de trabajo es en si una plaza fantasma por quien no sabe lograr los objetivos de su puesto,  se dedica a simular o simplemente nunca asiste físicamente. La persona puesta a dedo es un amigo, es un financista del partido, es un familiar(nepotismo),es  un simple colaborador del proyecto político, o una persona con la cual el político tiene interés afectivo. Aunque este plenamente probado que no tiene competencia para ocupar esta plaza, lo hace porque se compromete con quien lo puso a dedo, y en muchas ocasiones como lo mencione antes, se presta incluso a la extorsión, el que le puso allí le cobra de los salario devengado, amenazándole con colocar a otro que si acepte. Elegir a dedo no se limita sólo una plaza de trabajo sino también a obra pública, el ejemplo más reciente es el del Parque Centenario de Jutiapa que publiqué en este blog, donde mencionaba que el diseño se hizo a puerta cerrada, nunca existió un concurso de arquitectura para evaluar la mejor propuesta, lo que cierra la oportunidad de democratizar las obras, transparencia, igualdad de oportunidades; esto también abre la puerta a malversación en empresas de cartón por adjudicar con preferencia a ciertas empresas para la ejecución de obra con sobreprecio. 

"Si la falta de información es el problema, la solución obvia es que quienes tengan un mejor conocimiento de los hechos se encarguen de tomar las decisiones en nombre de sus conciudadanos,  o cuando menos que los ilustren, que les digan lo que tienen que saber para tomar por sí mismos decisiones sensatas.(...) Si entre la gente corriente que puebla el país,  por 'buena' que sea, no hay 'profesionales' que sepan procesar la información,  entonces ese procedimiento hay que dejarlo en auténtico profesionales,  que serán los encargados de proveer a la gente los datos que necesitan." [4]

Hace unos años un buen amigo mío se fue a especializar en Urbanismo a Europa, terminó su maestría y volvió a Guatemala, donde estuvo buscando trabajo como experto, esperando que alguna de las más de trecientas municipalidades del país ofreciera una plaza laboral para urbanista, y por dos años no hubo una sola oferta laboral para un experto en Urbanismo, por lo que decidió irse a otro país a buscar trabajo. Recuerdo que antes de irse me comento lo decepcionado que se sintió al respecto, y es que a pesar de que en todo el país el tema del ordenamiento urbano es urgente, por lo caótico que se encuentra, todas estas municipalidades prefieren pasarle el problema al siguiente gobierno local. Tiene toda la razón este amigo, puesto que no me dejarán mentir ustedes que por ejemplo en la Municipalidad de Jutiapa el único caso de una oferta laboral democrática que se ha visto en la historia de este municipio, fue cuando en el gobierno municipal del periodo 2016-2020 ofreció una plaza para Administración del Mercado Municipal divulgado en redes sociales y página web, de allí nunca más, incluso para los puestos más bajos todo se ha realizado a dedo, lo que hace injusto acceder a una plaza técnica o no técnica si no es por cuello o favores. 

" La sociedad justa es una sociedad meritocrática, en la que todos y todas tengamos las mismas posibilidades de ascender hasta donde nuestro talento y nuestro esfuerzo nos lleven. (...)La igualdad de oportunidades es un factor corrector de la injusticia, necesario desde un punto de vista moral. Pero es un principio reparador, no un ideal adecuado para una sociedad buena."[5]

Tener un trabajo en una entidad de gobierno significa dos cosas: tienes padrinos o tienes cuello. Tú título, tus créditos académicos, tu honorabilidad, ética profesional, integridad, son totalmente irrelevantes y en muchas ocasiones, es deseable no tener esas últimas para prestarse a la manipulación de la institución. El arraigo de la cultura de la corrupción es tal, que todo lo que he mencionado se ve común en el pensamiento colectivo, por eso como mentaba al inicio, cada cuatro años las personas se mofan de quienes serán despedidos en el cambio de gobierno local, es tan común en la cultura de la corrupción que ya se espera anticipadamente que suceda sin excepción, y si ni siquiera se cambia esa forma de pensar arcaica, mejor ni soñemos con el desarrollo. La falsa meritocracia sirve para legitimar las desigualdades sociales y económicas, al culpar al individuo por sus fracaso y alabar su éxito como una consecuencia exclusiva de sus habilidades y esfuerzo.
 
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  1. Elster, Jon. 'La explicación del comportamiento social'(2009). P.31,32.
  2. Parga Pardo, Rosina. 'Guatemala y el Salvador: violaciones a los Derechos Humanos y Gobernanza'. Tesis doctoral, Universidad Autónoma de Madrid.
  3. Sandel, Michael. 'La Tiranía del mérito: ¿Qué ha sido del bien común?'(2020). P.33
  4. Idem, Pág. 114.
  5. Idem, Pág. 240.
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Comentarios

  1. Notamos como en Guatemala las instituciones no son funcionales. Claramente entre político-colaborador se salda la deuda y salen beneficiados.No hay oportunidades dignas de trabajo. Vemos como la forma de pensar sigue siendo la misma y no cambia. Esto deja en evidencia al dedazo o favoritismo y la sociedad no logra su fin.

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