Las reglas de la ciudad de Jutiapa(VLOG)
« El desorden está a la vista de todos. Las alteraciones a lo que debería ser el funcionamiento normal de la metrópoli son tan frecuentes que se convierten en parte de lo que puede esperarse al salir de casa. Es común que haya bloqueos en las vías de circulación más importantes, es frecuente observar que el espacio público es invadido por diferentes sujetos, las aceras y los parques se encuentran en muy mal estado, el transporte público concesionado no inspira confianza ni por su estado de mantenimiento ni por la condición legal y el estado mental de quienes lo manejan, los policias de transito no reaccionan frente a infracciones de transito evidente, hay calles y avenidas donde la numeración no parece ajustarse a ningún criterio discernible por la mente humana.(...) Cualquiera que llegue de fuera y no sepa cómo usar la ciudad, se percata inmediatamente de lo difícil que es caminar en las aceras, encontrar un recipiente donde dejar un papel o un envase; enfrentarse en los cruceros con automovilistas que ignoran al peatón. En suma, el peatón que llega de fuera tiene que aprender a sobrevivir en un medio que parece no estar hecho para él.(...) El desorden que todos observamos no nos impide vivir en la ciudad, disfrutar de ella y querer seguir viviendo en ella: una razón más y muy importante para interrogarnos sobre el significado del desorden más allá de su variopinta fenomenología. »
— Emilio Duhau y Angela Giglia. 'Las reglas del desorden: habitar la metrópoli'(2008). P.11,12
Buen día, este es el segundo tema abordado en el video videoblog, consiste en 'Las reglas de la ciudad de Jutiapa', y para ello contaré con la importante participación de dos arquitectos de Jutiapa, La Arquitecta Hasel Gálvez y el Arquitecto Estuardo Osorio, ambos catedráticos de la Universidad Mariano Gálvez con sede en Jutiapa.
En el año 2016 escribí un tema titulado 'Anarquía urbana en Jutiapa', el cual desencadenó mucho interes social respecto al tema urbano, todos vivían en la ciudad sin prestar atención al estado en que se encuentra, fue un despertar para muchos, por eso decidí continuar publicando temas, y dentro de los más importantes menciono: 'El indómito peatón de Jutiapa', donde me sitúo como un ser humano dentro de un espacio hostil y limitado para el desarrollo inherente. 'El Carrocentrismo de la ciudad capitalista', donde exploró el 'Cómo' y el 'por qué' el auto es más importante en la ciudad que el propio ser humano; finalmente un tema largo 'Las ventas en la calle', tratando de descifrar lo que induce la apropiación del espacio público, y el camino hacia el bien común. Existen otros temas, pero estos son los más significativos, y como podrán darse cuenta he explorado bastante a la ciudad, pero sobre todo a la sociedad, porque la ciudad es materia, y el espíritu de la ciudad y si vitalidad reside en la sociedad.
El tema que vamos a abordar va provocar profundas reflexiones en los espectadores, ese es el objetivo, también educar, y aprender a leer la ciudad, como se aprende a leer textos. Cuando uno ve un espacio construido ve significados, ve invitaciones, ¿Qué nos permite hacer?, ¿Qué nos prohíbe realizar?, son reglas que no están escritas en papel, no conllevan sanciones, no hay quien supervise su estricto cumplimiento, ejemplo la acera, un espacio público que muchos se apropia, el más destruido e irrelevante la para la sociedad; la acera es un espacio para que las personas caminen y se desplacen, no es estacionamiento, no es calle para motos, hay una regla de un lugar para cada circunstancia. Si en una acera encontraramos una banca ¿A qué nos invita la ciudad?. Si en una acera encontramos un auto estacionado ¿Cómo nos hace sentir como seres humanos?. Si somos personas con discapacidad y no encontramos rampas ni espacios adecuados para nuestras condiciones ¿Cómo nos está tratando la ciudad?.
La vida cotidiana, regida por instituciones que la reglamentan desde arriba, consolida y orienta por múltiples presiones, se constituye precisamente a este nivel. La racionalidad productivista que tiende a suprimir la ciudad en el nivel de la planificación general, la reencuentra en el plan del consumo organizado y controlado, del mercado vigilado.
— Lefebvre, Henri. 'El Derecho A La Ciudad'(1968). P.116
Jutiapa es una ciudad con sus propias reglas, ya sea que estén escritas o no, las tiene; ya sea que ordenen o desordenen, las tiene. Las reglas escritas de la ciudad de Jutiapa son el reglamento de construcción, ese 'Plan de ordenamiento territorial' que se especula están trabajando. Son esos sentidos de vía de las calles, son los semáforos, son las señales de tránsito, son la nomenclatura en las viviendas, son esos servicios públicos, es el ornato, es la contaminación auditiva, la contaminación visual, la contaminación del aire, al final de cuenta esas reglas repercuten en esa calidad de vida urbana.
La ciudad, en efecto, no es sólo una agrupación de volúmenes construidos, ni una trama de canales y conexiones, ni una sociedad de individuos, segmentos e instituciones. No es sólo suma de cantidades contables o estadísticas, sino organización o estructura de calidades socialmente establecidas. Una ciudad es sobre todo un campo de significaciones. Son esas significaciones en las que proveen de materia prima de la que está hecha la experiencia urbana.
—Delgado, Manuel. 'El Espacio Público como ideología'(2011). P.97
A la ciudad de Jutiapa para ordenarla primero deberá ser necesario consensuar su significación social, descubrir sus motivaciones, no como mera materia física, sino como materia colectiva. Las reglas de la ciudad de Jutiapa son en efecto esa lectura de significado que llaman a la reflexión de lo que la ciudad es hoy y lo que busca, en la manera en que se concreta.
LAS REGLAS DE LA CIUDAD DE JUTIAPA (VLOG)
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