Desde el mundo al revés

Cuando el saqueo se convierte en el modo de vida de un grupo de hombres  en una sociedad, no tardarán en crear un sistema legal que lo autorice y un código moral que lo glorifique.

~ Frédéric Bastiat ( 1848 ).

Desde hace mucho tiempo vivimos en un mundo al revés, un mundo donde la inmoralidad de los actos humanos se vuelven ley por derecho consuetudinario. Lo legal no siempre es lo justo, no al menos cuando quienes crean las normas son seres sin cualidades humanas. En algún momento de la historia, la ley dictaba la muerte como espectáculo público, sin garantías, basado enteramente en el juicio y prejuicio del poder público. La violencia y destrucción siempre ha  sido elementos indispensables de transformación social, las vías de comunicación predilectas en las que se justifica el desarrollo. Los valores sociales y culturales hoy se encuentran invertidos, de tal forma que ya no se busca el desarrollo sino la degeneración humana.

 

• La honestidad se castiga, y se premia la trampa. 
• La delincuencia organizada persigue a la justicia. 
• La mentira sustituye a la verdad, para no ofender.
• Las creencias superan a los hechos y la ciencia.
• Las herramientas evolucionan, mientras el hombre se degrada.
• La autodestrucción es la forma más popular de entretenimiento. 
• Los medios justifican a los fines. 
• La violencia es una forma de comunicación social. 
• Se le rinde culto a la mediocridad y se aborrece la virtud.
• No se contrata por capacidad, sino por cuello. 
• El éxito radica en la capacidad de destrucción capaz de producir. 
• El mundo al revés no es gobernado por los más inteligentes, competentes, capaces, honorables, sino los más corruptos, idiotas, incompetentes, mafiosos y pícaros. 
• En la música pasamos de hacer orquesta, instrumental, clásica de alto nivel a reggaetón. 
• Sólo el 2% de la población mundial lee libros hoy en día, el resto se entretiene viendo vídeos cortos. 
• Vivimos en ciudades que no están diseñadas para el ser humano sino ciudades para automóviles. 
• La gran mayoría de la población mundial conoce por nombre a los futbolista que han ganado el balón de Oro, pero pocos conocen a los científicos más destacados de su país, los escultores, pintores, escritores. 
• Las personas más populares de la actualidad no poseen virtudes, mientras los que lo tienen suelen ser impopulares. 

Se supone que como civilización deberíamos aspirar a vivir de la mejor manera posible, pero la historia demuestra que sólo evoluciona la degeneración humana. En la serie de streaming 'Stranger Thigs'(2016), unos niños entran en un mundo al revés, desde entonces sus vidas se vuelven un infierno. Así es la metáfora del paso por la adolescencia, pasar del mundo de las ilusiones a la realidad, de la alienación a la consciencia, de la subjetividad a la objetividad. 

Antes de la modernidad, la violencia era omnipresente y, sobre todo cotidiana y visible. Constituye un componente esencial de la práctica y la comunicación social. De ahí que no solo se ejercite, sino también se exhiba. El teatro de la crueldad, que tiene lugar en plazas públicas, pone en escena su poder y su dominación. La violencia y su puesta en escena teatral son una parte esencial del ejercicio del poder y la dominación.[1]

Hace unos días me enteré de la noticia que una multitud de gente hambrienta salió a la calle porque les estaban tirando comida en Palestina, eran todos civiles, e Israel decidió aniquilarlos con bombas, la misma nota adjuntaba un vídeo donde se veía un niño huérfano llorando desconsoladamente, estaba intentado despertar a su hermanita que yacía en el suelo con parte del cerebro fuera. No puedo imaginar la insensibilidad del pueblo Estadounidense que con sus impuestos financia esta barbarie. En el mundo al revés no se busca el amor al prójimo, se busca destruir. Desde pequeños se nos inculca que con violencia podemos alcanzar nuestros fines, la violencia es la principal forma de comunicación humana, la violencia somete, enajena, degrada; el poder público esta construido sobre todo con violencia y es  mediante este con el que logra su finalidad.

Caso Stalling:

Recuerda usted que hace unos años la señora Blanca Stalling huía disfrazada con una peluca y un revólver luego de utilizar su cargo para influir en la decisión de un juez penal, donde se vio involucrado su hijo.  El caso penal contra la señora es digno de un estudio sociológico, no jurídico. El juez la grabó y fue una prueba clave que no existe forma alguna de desmentir su veracidad, allí se prueba la Comisión del delito, PERO, para los expertos del derecho fue irrelevante el contenido del audio, eso no se podía cuestionar ni destruir de alguna forma, así que con astucia, argucias, destruyeron esa prueba no por su contenido, sino por la forma en que fue obtenido. Según los expertos del derecho la señora Stalling goza de inmunidad, por su investidura como Magistrada Vocal de CSJ, debía buscar primero que ella no tuviera inmunidad, y luego así, era posible obtener el audio. Para los expertos del derecho en Guatemala , un funcionario público con inmunidad por su cargo, puede cometer cualquier tipo de delito inclusive asesinar a sangre fría a alguien, que para que esta persona sea juzgada primero debe ser despojada de su inmunidad, pero para entonces ese hecho no le puede ser imputado porque mientras lo porte tiene protección absoluta, y todos los medios de prueba que se generan en el momento de la comisión del delito son nulos de pleno derecho. Así es como inmunidad se vuelve sinónimo de impunidad.

El Ministerio Público de Guatemala con su fiscal especial contra la corrupción, no apeló en el juicio de Stalling, ella no pago un centavo por lo que hizo, no hubo un sólo efecto jurídico por el contenido del audio, porque según el Fiscal Rafael Curruchiche todo el caso era débil y sin sustento, así lo aseguró.

Autodestrucción:

Hace unos años leí el libro 'Desde las ruinas del futuro'(2021) del economista Manuel Arias, que se inspira en el ensayo 'La casa que se quema'(2020) del filosofo Giorgio Agamben. En estas obras se visualiza la ruina y derrota de la civilización humana, y se plantea el hecho de que continuamos adelante existiendo y llevando adelante la rutina del día a día bajo el espectro de una estructura que ya se vino abajo, y que insistimos en mantener la ilusión que aún funciona y da de sí; es como un edificio en que se quemó, y toda la estructura se derrumbo, y sus habitantes se rehúsan a aceptar el hecho que ese edificio ya no funciona. 

¿Qué casa se esta quemando? ¿El país donde vives o el mundo entero? Tal vez las casas, las ciudades ya se han quemado, no sabemos cuánto tiempo, en un gran incendio, que fingimos no ver. Todo lo que queda de algunos son trozos de pared. Y sin embargo, los cubrimos tan cuidadosamente con yeso blanco y palabras mentirosas, que parecen intactos. Vivimos en casas, ciudades quemadas de arriba a bajo como si aún estuvieran en pie, la gente finge vivir allí y sale a las calles enmascaradas entre las ruinas como si aún fueran los barrios familiares de antaño. [2]

Hoy todo esta destruido: comemos literalmente basura, escuchamos literalmente basura, vemos películas malas, el ser humano cada vez se vuelve más torpe, la sociedad glorifica a personas sin talento, elige a locos y desalmados como sus representantes para que dirijan la nación, la pobreza y el hambre se incremento, la guerra y muerte nos es indiferente, las pestes, y en medio de todo eso surge el desarrollo de Inteligencia Artificia para que el ser humano desaparezca. ¿Qué es el ser humano?, ¿Hacia dónde se dirige con toda esta barbarie?.

Hoy se ha vuelto una tarea sumamente difícil tratar de mantenerse consciente, todo este malsano ambiente nos obliga a mantenernos distraídos. En algún momento los lideres mundiales deberán tomar una decisión impostergable: alienar por la fuerza al ser humano. En una realidad densa cargada sobre todo por malestar generalizado: violencia, robos, violaciones, injusticia, enfermedad, peste, guerra, desempleo, hambre, pobreza extrema, odio, resentimiento, racismo, degradación humana, cosificación, discriminación, destrucción. Todo este malestar se traduce en una pandemia de depresión y suicidios masivos, es así como se declarará la realidad como un fracaso, y en su lugar se va instituir la 'realidad virtual', usurpando la realidad por mera necesidad, y esto esta soñado en el libro 'El Jugador Número Uno'(2011) escrito por Ernest Cline, que obviamente es una ficción, pero como el caso de '1984'(1949) de Orwell también llevaba esa categoría, pero todos sabemos que esa línea delgada es casi invisible.

Es fácil vivir con los ojos cerrados en el mundo al revés. 

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1. 'Topología de la violencia'(2016), por Byung-Chul Han, P.16
2. 'Mientras la casa se quema'(2020), por Giorgio Agamben.

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